107.5 FM Madrid

Aun me encuentro en Shock. Ha pasado mas o menos una hora desde que me han avisado que Brittany Murphy ha muerto por un paro cardiaco en Los Angeles y vuelvo a sentir esa extraña sensación que sentí cuando Michael Jackson nos dejó en Junio. Tengo la estúpida idea de que hoy en día los mitos de nuestra cultura audiovisual son intocables en todos los aspectos, felices en una especie de universo paralelo en dónde nada "mundano" como la muerte puede afectarles.



Brittany Murphy tenía 32 años, y desde que la vi en 8 Millas se convirtió para mi en una de esas actrices-musa que deseas en algún momento de tu vida conocer, ya sea en una gala de premios o en algún vagón cochambroso del metro de Nueva York; no importa el lugar salvo poder cruzar miradas con ese ser humano al que has seguido a lo largo de su carrera con admiración y devoción. La muerte es algo que afecta todos los días a millones de personas , pero cuando le ocurre a un personaje público es como si fuera un llamamiento de la realidad, un "hey amigo, por muchos videoclips, estrellas de la fama ,Oscars o Grammys que tengas, eres igual de mortal que todos los demás".


Si este post está en este blog, es porque Brittany Murphy tuvo una pequeña experiencia con la música en 2006, cuando acompañó a Paul Oakenfold en su canción "Faster Kill PussyCat" , una canción que de repente ha adquirido unos tintes tétricos que ayer no tenía. Se hace muy raro verla cantando en pose erotíca y desafiante depues de lo que ha ocurrido, es casi como una broma macabra.

Brittany Murphy, descansa en paz.


James Maad