107.5 FM Madrid

Apenas un día después del desastroso concierto del señor Manson en el corazón de la capital, le tocaba el turno de saltar a la palestra a The prodigy. Misma hora, mismo recinto, pero...¡¡que diferente era el ambiente!!

Miles de personas en las gradas y un pie de pista hasta arriba de público, que terminó de explotar debido a la incapacidad de los miembros de seguridad que veian atónitos como mareas de gente no tenían ningún reparo en saltar desde la tribuna central para ver más de cerca a sus héroes. (Que tomen nota aquellos grupos que ya no tengan ese poder de atracción)

Como buena banda de renombre tardan hasta veinte minutos en salir. Pero no pasa nada porque para eso tienen un DJ pinchando temazos y calentar así, el ya más que tibio ambiente. A las diez menos 10 no hay más concesiones. Se apagan las luces y... Estalla la locura, comienza el baile!

"Invaders Must Die" es el disco que presentan en sociedad y canción tras canción los de Essex hacen saltar, gritar y sudar al personal regalando entre medias temas de la vieja escuela de la electrónica como "Breathe", la polémica "Smack my bitch up", "Out of Space" o la inconfundible "Voodoo People".

Sin descanso que valga, los señores Howlett, Flint y Maxim dan a la marea de gente arremolinada entorno al escenario la fiesta que un viernes noche requiere. Luces de discoteca sumado a la mejor música electrónica más un ambientazo, da como resultado uno de los mejores directos del panorama actual.

Pero no todo fue bueno aquella noche. Las gradas más altas del Palacio volvían a estar vacías y de nuevo un concierto organizado por una de las bandas más consagradas del mundo ($$$entrada$$$) duraba una hora y cuarto!! ¿Qué está pasando aquí? tendremos que tirar de tópicos ¿Lo bueno siempre se pasa rápido? o de refranero, ¿lo bueno si breve, dos veces bueno? o... ¿Será todo culpa del Señor Manson?